ROJAVA “LA REVOLUCIÓN DE LAS MUJERES”
La caída del régimen de Bashar Al Assad ha despertado en el pueblo sirio la esperanza de poder acabar con años de represión, torturas y asesinatos y construir un país donde la convivencia y la paz entre las distintas religiones y etnias pueda ser por fin posible.
Sin embargo, el contexto geopolítico e interno del país deja muchas dudas de cómo puede dibujarse el mañana.
Rusia e Irán, países estratégicos en el sostenimiento de la dictadura de Assad se han visto debilitadas, una por la guerra de Ucrania y otra por la guerra en Líbano.
El papel de Turquía y de Israel añaden un componente muy inquietante en el tablero político de la región.
El hecho de que Turquía sea miembro de la OTAN deja claro que su apoyo a las milicias yihadistas y las operaciones en el nordeste de Siria están respaldadas por EEUU.
Mientras Israel dinamita con sus bombardeos la costa siria y otros objetivos estratégicos y ocupa territorio sirio en los altos del Golán, Turquía bombardea la zona kurda.
Los que denominan rebeldes en los medios de incomunicación de masas, son en realidad facciones islamistas radicales que vienen de Al-Qaeda, denominadas HTS. El ataque de estos grupos ha supuesto una gran victoria tanto por el terreno recuperado como por la adquisición de un importante arsenal del ejército sirio, abandonado en su retirada.
Conviene recordar a los miles de desplazados de estas zonas. Según la ONU entre 200 y 400 mil desplazados refugiados que huyen de la guerra en pleno invierno y sin lo más esencial desde el 28 de noviembre pasado. Y más de 11 millones de sirios y sirias dependen de la ayuda humanitaria.
En 2012 se gestó en el noreste de Siria, concretamente en la ciudad de Kóbane, una Revolución Social impulsada por el compromiso inquebrantable de las mujeres de construir una sociedad libre de opresiones.
El 19 de Julio de 2012, esta zona del mundo habitada fundamentalmente por población kurda, declaró su autonomía del gobierno central abrazando el Confederalismo Democrático como su ideario de lucha.
Nacía así, la que se ha dado en llamar “La Revolución de la Mujeres” basada en la filosofía de Abdullah Öcalan, preso en Turquía desde 1990, y el Confederalismo Democrático de Murray Booking, poniendo el acento en la libertad de las mujeres en el marco de una sociedad libre, que incorpora además el respeto por el medio ambiente.
Una revolución que tiene mucho que ver con nuestra revolución anarquista en el 36, pero que añade el feminismo y el ecologismo como base imprescindible de su organización.
Pero las ansias de poder y de territorio por parte del dictador Erdogan y Turquía en la zona de Rojava, así como sus intenciones de exterminar al pueblo kurdo vienen de antigüo. Desde hace meses se producen ataques indiscriminados y bombardeos de los que nadie habla. Se trata de impedir la consolidación de la Autonomía Administrativa del Nordeste de Siria, DAANES, lo que significaría acabar con la única propuesta laica y de progreso en la región. El fin de la experiencia revolucionaria de Rojava.
El pasado 16 de diciembre, el DAANES anunció una iniciativa de diálogo intrasirio dispuesta a colaborar con el gobierno de transición de Damasco.
“Hacemos un llamamiento a todas las partes sirias para que reconsideren sus planteamientos y antepongan los intereses nacionales comunes a todo lo demás”
Las informaciones que nos llegan desde allí en las últimas horas son muy preocupantes.
Los ataques contra el puente de Qereqozaq sobre el río Eúfrates continúan y las tropas turcas se multiplican cerca de Köbane. Parece claro un ataque inminente a Köbane, centro neurálgico de la Revolución de Rojava.
Desde estas líneas, todo nuestro apoyo a las compañeras de Rojava. Toda nuestra esperanza puesta en que siga brillando esta luz en Oriente Medio.
Jin, Jiyan, Azadî